Lugar apto sólo para microrrelatos y pajaratadas varias de un escritor.
Y es que hay cosas, que uno las lleva metidas dentro.Un saludo!
Una playa se convierte en desierto cuando le das la espalda al mar.
La soledad no está fuera de nosotros, ni en la playa, ni en el desierto. Está dentro.
Hola Rufino:Acabo de ver que tenía un comentario tuyo sin contestar en uno de mis blogs. Y como ya ha pasado tiempo, he decidido venir aquí a agradecértelo. Y mira por dónde, descubro un excelente lugar de microficciones. Un saludo.
La soledad y la vorágine estaban realmente ahí? O la veían esos ojos?Saludos
Si es que no hay solución. Lo único que queda es volverse loco y no hacer nada.
Suscribir el comentario de Indigo.Un abrazo.
Y es que hay cosas, que uno las lleva metidas dentro.
ResponderEliminarUn saludo!
Una playa se convierte en desierto cuando le das la espalda al mar.
ResponderEliminarLa soledad no está fuera de nosotros, ni en la playa, ni en el desierto. Está dentro.
ResponderEliminarHola Rufino:
ResponderEliminarAcabo de ver que tenía un comentario tuyo sin contestar en uno de mis blogs. Y como ya ha pasado tiempo, he decidido venir aquí a agradecértelo. Y mira por dónde, descubro un excelente lugar de microficciones.
Un saludo.
La soledad y la vorágine estaban realmente ahí? O la veían esos ojos?
ResponderEliminarSaludos
Si es que no hay solución. Lo único que queda es volverse loco y no hacer nada.
ResponderEliminarSuscribir el comentario de Indigo.
ResponderEliminarUn abrazo.