Un día Mamá llegó a casa con un hombre.
A la semana vino a cenar.
Al mes se quedó a dormir y una semana después trajo varias maletas.
- Él no ocupará el sitio de tu papá. Nadie lo hará. - Me dijo mirándome a los ojos.
Yo me puse a llorar.
- Pero yo quiero un papá.
Dificil situación. Querer un papa y no encontrar quien quiera serlo.
ResponderEliminarNo es lo mismo ganarse un rol que imponerlo. La madre actuó con responsabilidad, un padre es un padre pero se puede tener más de uno.
ResponderEliminarUn beso con padre y madre
Compadre: las mamás qué poco saben.
ResponderEliminarMe gustó este relato. Destaco de él la economía de medios empleada. Casi deja desnuda la historia, lo cual siempre es una apuesta arriesgada.
ResponderEliminarEnhorabuena,
PABLO GONZ
Tiene algo, tal vez sea que le puedo dar dos interpretaciones
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