El reloj marca las once, estamos en el bar, mientras me cuentas no sé que tonterías. Entonces me doy cuenta de que me aburro. Saco el typex. Borro la aguja de las once y borro el bar; borro tu boca y nos quedamos solos en cualquier lugar y sin hablar, tan a gusto. Es lo bueno de ser el autor.
He dudado si dejar comentario o solo la señal de su barradura pero, al final aquí estoy, solo y en silencio.
ResponderEliminarCuriosa idea.
ResponderEliminarLo mejor es que tires el typex cuanto antes.
Un abrazo.
P.
Mas vale no tener un typex de esos a mano, si no, no sé cuantas cosas acabaría borrando.
ResponderEliminarSaludos
Buenísimo,no te borres.
ResponderEliminarEso, solos, sin hablar, mirándonos, sintiéndonos, aprovechándonos de verdad.
ResponderEliminarUn saludo indio