viernes, 25 de junio de 2010

La llamada.

Suena el teléfono.

Le miró y blasfemó.

- ¡Cómo osa a llamar después de aquello!...

Deja de sonar. No lo dejó de mirar...

Espero unos minutos y blasfemó.

- ¡Tiene que llamar... no se atreverá a no llamar después de aquello!.

2 comentarios:

  1. El hombre y su dilema... la incongruencia.

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  2. Me ha encantado este microrrelato. Por su realismo, por su humor, por ver reflejado en unas líneas lo tontos que somos algunas veces...
    Felicidades por tu blog, que he conocido casi de casualidad

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