Él quiso contarle lo mucho que la quería, que no podía vivir sin ella. Que se moría encerrado en aquella ausencia.
Él encontró valor y escribió en su blog la más bella y hermosa carta de amor.
Pero las mejores cartas nunca llegan y se equivocó al programar su entrada, dejándola en borrador.
Ahora espera otra mujer, otra oportunidad para publicar la carta de amor que ya ha sentido.
Nota: esta es la entrada de ayer que como el mismo protagonista siempre llega tarde.
Magnífico. Enhorabuena
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