viernes, 13 de agosto de 2010

Tu mirada.

Sólo quería tu aprobación, una mirada de apoyo; pero nada o lo que es peor: reproches, superioridades,….

Se acabó. Esto es un punto y final.

De un golpe certero cierro la necesidad de tu mirada y olvidaré para siempre esa cara.

Y todo, a pesar de que sé que esta ruptura me traerá siete años de mala suerte.

1 comentario: