Estaba cansada de ser amada siempre de la misma forma. Muchas veces había notado sus reproches aunque nunca dijo nada.
Un día entró en el baño, cogió una cuchilla y se dio sendos cortes en ambas muñecas.
Cuando llegué era demasiado tarde, se había deshinchado.
Turbador pero muy bueno.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy ingenioso y divertido.
ResponderEliminarAbrazo,
PABLO GONZ
Muy bueno Rufino.Y lo bueno si breve, dos veces bueno.
ResponderEliminarUn cordial saludo