Sospecha algo. Antes no salía nunca y, claro, ahora… que si
los jueves con las compañeras de trabajo, los viernes con mi prima Encarni.
La verdad es que no sé cómo contárselo. Puede que no sea
capaz de superarlo. No es que no me guste, pero ¡siempre igual!. Su vida se basa
en la rutina y yo prefiero cambiar y más si es a mejor.
Pero necesito aclararlo. Hoy se lo cuento. A ver cómo se lo
digo. Pero lo tiene que saber. Dejamos de ir donde su amigo Miguel y nos vamos al Taller de Alberto.
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