jueves, 7 de marzo de 2013

Pintura.

- Darme de comer, chillaba el cuadro desde el fondo de la estancia.
Consiguió su objetivo, aunque nadie supo de dónde venían las palabras, todos miraron hacía aquella pared.
 


 

Una visión de Nubeh sobre un cuento de quien suscribe. Una prueba palpable de que cualquier cosa en las manos correctas pueden volverse arte.

Se encuentra en custodia en el Desván de Diógenes (c/ Fray Luis de León 3, 2ª planta) un lugar recomendable para gente con mente abierta y altura no demasiado elevado. Lo del desván es más que un nombre.

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