Ayer tocó recoger la exposición Sueños que nació para quince días y se quedó un mes. En ella Nubeh ha ilustrado textos varios de mi autoría, (que forma más lastimosa de joder un cuadro).
Lo bueno de tener la exposición en casa es que sabes que opina la gente y que nadie te prohibe la entrada; lo malo es que sabes que opina la gente y tienes que aguantar las excusas de medio mundo para no pasar a verla (así es más difícil mentir y decir que la has visto).
Pero ahora toca guardar las obras, que se me antoja como guardar un hijo en un cajón. Por eso esta entrada es simplemente para pedir perdón a los textos que viven en los cajones, en cuadernos más o menos olvidados, en archivos sin corregir y en borradores de blogger sin editar.
Me confieso culpable de escribir textos que nunca leerá nadie.
Hoy me confieso mal padre. Enmendaré la plana.Vaciaré cajones.
Y las obras volverán a salir de su recoveco, en algún momento, en algún lugar.
Me gusta (como en flexibuj)-lo siento, hoy estoy simple cual santita iluminada-, pero me gusta y comparto (como en feixbuj) lo que dices punto a punto /Je/
ResponderEliminarmala leche tienes... por cierto, qué paso con lo de sin prejuicios, no, lo otro, que no me sale
ResponderEliminarGracias a ambos. Y puntualizo.
ResponderEliminarNo lo llames mala leche, Jorge. Es sinceridad. Por lo de los hijos en los borradores y lo de las excusas, son divertidas, pero uno se cansa de mentiras. Que la gente vaya o deje de ir a los sitios pero que tengamos que oir cada cosa... por eso no paso.
Cada vez soporto menos las mentiras. ¿Me estaré haciendo mayor?
No, no te estás volviendo mayor, Fino...te estás volviendo misántropo, como yo, como la mayoría...jajajaja... de todos modos llevas razón también en la decisión que vas a adoptar más adelante, los textos tienen que respirar y hay que insuflarles oxígeno, yo tampoco soy partidaria de que se asfixien en los cajones, sean malos o buenos, hay que potarlos... y ¡sálvese quien pueda!
ResponderEliminarBss