Críticas.

Me criticas porque sabes que eres mejor que yo. Sabes perfectamente que me gusta sentarme a mirar la nada mientras escucho música, cada día más rara.
Me criticas porque vendí la tele de la cocina por cuatro duros y compre una tostadora que me caliente el pan, es mejor que el aparato de antes que me enfriaba el alma.
Me criticas con razón porque cada vez tengo mis ideas más claras y las cuento más altas y voto en elecciones que a nadie importa por una ideología que es inferior a las demás, seguro.
Me criticas porque sabes que eres mejor que yo. Eres casi perfecta mientras yo rozo cada día la imbecilidad bailando como si no me viera nadie, sonriendo en la calle a la vuelta del curro y también a la ida ¿por qué no?.
Me criticas por mis múltiples defectos, los grandes, los pequeños, los incipientes y los que aún no tengo.
Me criticas porque sabes que eres mejor que yo. Y yo aguanto las críticas porque así me recuerdas cada día los matices que me hacen diferente.
En esos minutos musicales en los que me siento a mirar la nada simplemente pienso que soy diferente porque me gusta oír tus críticas. Si un día me dejas de criticar sé que me tendré que marchar. Ese día sería como los demás.
Entonces no valdría la pena estar aquí.