- El candidato está llegando.
Dijo una voz. Él entró
sin su corbata y con cara de ganador. Sonrió a la mesa e introdujo el
voto que traía perfectamente preparado.
En el recuento no supierón quien, pero se imaginarón, quien introdujo la papeleta que rezaba: os engañé.
Y nos quedamos tan anchos, y engañaos.
ResponderEliminarUn saludo indio
lo llevan escrito en la cara, jajajajaja. Muy bien :D
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