Este año no le he enviado carta de peticiones ni a los Reyes
Magos ni a Papá Noel. Si bien, es cierto, que les envíe una carta para
invitarles a cenar.
El motivo de esta invitación es explicarle la diferencia entre
lo que es un antojo y lo que es un elemento necesario. Entre lo que yo pido y
lo que mi madre considera que necesito.
Así podrán discernir entre dejar debajo del árbol un tren
eléctrico o unos calzoncillos nuevos.
Es necesario que para que todo funcione bien las
cosas queden claras desde la base.
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