lunes, 28 de mayo de 2012

Regalo.

Acabo de llegar del fin de semana.

Enciendo el ordenador para pedirle al albergue revise si se quedo allí mi linterna. Estoy preocupado por si esta noche podrá dormir sin mi.

Es de las pocos noches que no dormiremos juntos.

Pero mi angustia vital por mi compañera de viaje desaparece al recibir un buen regalo.

Gracias Esteban por alegrarme este mal trago.

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