Acude a las asambleas. Se sienta en el suelo. No le gusta hablar en público aunque a veces se le escapa un suspiro o un aplauso
Le gusta el pensamiento colectivo, la discusión abierta por la economía global pero se va antes de que empiecen las votaciones.
Las últimas elecciones también se quedó en casa pero critica desde la barra del bar a su único amigo que el mundo está fatal. Después del chupito, se va a la plaza, se sienta en el suelo y contempla el mundo pasar.
Para él la quietud es su forma de actuar.
Lástima que desde la infancia no le educaran en el espíritu crítico y la participación activa. Así hay parte de una generación.
ResponderEliminarSaludos a pares.
no vuelvo a tomar un chupito contigo los viernes, que te inspiro
ResponderEliminar¿Las cervecitas no valen para inspirar?
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