Me gusta sentarme a ver pasar los trenes.
A veces imagino que vas en alguno de ellos. Seguro que no me equivoco, tú, mi mujer ideal, vas en unos de esos trenes.
Pero no en uno cualquiera. Iras en uno grande, limpio, bonito. En uno de esos que no paran en este apeadero.
** Este texto formó parte del repertorio del pasado mes en Susurros a Pleno Pulmón. Hoy nuevo encuentro a las 21.30 en La Cruva (Jose María Lacort 28, Valladolid).
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